domingo, 18 de octubre de 2009

LOS ISLEÑOS QUE INTEGRAN LA "ASAMBLEA RIO DE LA PLATA CUENCA INTERNACIONAL" RESISTEN POR LAS GENERACIONES FUTURAS Y EL ECOSISTEMA DEL DELTA DEL PARANA

Los bienes de los isleños, como pueden ser sus bosques de sauces álamos, sus vías navegables como Anguila-La Paloma, sus canchas de secado de juncos con sus lugares de cosecha, sus zonas de pesca, sus casas en palafito, no son para ellos bienes de lujo, como el mega emprendimiento Isla Colony Park lo sería para sus futuros ocupantes; pues no lo vamos a dejar.
Los isleños, convocados en su Asamblea han decidido, comprometerse moralmente, a conservar los bienes de las islas, para las generaciones futuras, para los hijos de sus hijos; como lo demuestra en la foto, el isleño Gerónimo Gadea con su nieto Nicolás.

La Asamblea de isleños Río de la Plata Cuenca Internacional proclama que el derecho humano al ambiente es un derecho de propiedad colectiva cuya característica fundamental es la atemporalidad; es decir, que pertenece a las generaciones presentes y futuras.
En éste sentido, el concepto de ciudadanía ambiental está vinculado con los valores de responsabilidad, compromiso, solidaridad, equidad y honestidad; con actitudes de identificación, pertenencia a lo local, al Delta del Paraná sin olvidarnos de la escala global y con la participación de todos como el INTI con sus técnicos o la Asamblea Delta y Río de la Plata con sus miembros que nos acompañan.
Por lo tanto, como quedó expresado en el Artículo 41 de la Constitución Nacional, al igual que en el Artículo 28 de la Constitución de la provincia de Buenos Aires, para poder gozar del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer a las generaciones futuras, tenemos el deber de preservarlo.
En la posesión de Gerónimo Gadea los isleños le demuestran a un grupo de periodista como están reconstruyendo el antiguo galpón, del que se pueden observar los grandes tacones de madera dura que quedaron a pesar de la destrucción efectuada por Colony Park SA.
Los isleños firmaron un convenio con el INTI para realizar proyectos sustentables en el Delta y defender al ecosistema de la depredación

Navegando el isleño Gerónimo, con su nieto Nicolás sobre el arroyo Anguila, se puede observar en la foto, la línea de ribera completamente modificada y talado el bosque del albardón. Prueban los isleños (aunque el Sr. Fiscal Federal Dr. Basso diga que las fotos son solo una obra de arte) el estrago ambiental en la 1ª Sección de islas y también prueba la crisis social a 1 año de iniciado el daño ambiental colectivo en el Delta. Ésta crisis ecológica, es una crisis social, es una crisis moral de instituciones políticas de funcionarios del Estado Nacional, Provincial y Municipal que omiten todo control, de los aparatos jurídicos de dominación como las Fiscalias que no investigan, de relaciones sociales injustas y de una irracionalidad en conflicto con la calidad de vida y el equilibrio ecológico. En este sentido, la crisis ambiental desencadenada en el Delta del Paraná está íntimamente vinculada a las condiciones de vida de nuestra sociedad y a las costumbres construidas durante muchos años bajo la lógica del paradigma del lucro y del consumo, que contrasta con las costumbres y estilo de vida de los isleños del Delta del Paraná. Como dato ilustrativo, en la escritura 300 firmada entre Better SA y Colony Park SA el precio pagado por las 300 hectáreas fue en 1999 de 30.000 pesos; pero en las 1.000 parcelas, que está intentando construir, vende cada una en 200.000 dolares.

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